Desmitificar el feng shui
El feng shui es la interacción entre el ser humano y su entorno. Yendo un poco más allá, el feng shui te permite influir estratégicamente en esta relación para lograr mejoras específicas en tu vida, al arreglar y diseñar tu entorno en armonía con los principios del flujo de energía natural. Como resultado, puedes conseguir la armonía con el entorno. El feng shui te ayuda justo allí donde vives y trabajas.
El feng shui no es:
- Un método de diseño oriental que garantiza resultados para hacerte rico rápidamente recolocando tus muebles de forma mística.
- Un sistema de creencias new age basado en la superstición y sin conexión con la realidad de la vida cotidiana.
- Una simple reforma del hogar y del jardín.
- Una solución mágica e inmediata que puede aprenderse en una sola tarde.
- Un lujo que solo pueden permitirse los ricos y los famosos.
- Un método centrado únicamente en el interior del hogar (para el feng shui, el entorno interno tiene la misma importancia que el entorno externo).
Una investigación científica reciente indica que hace más de 28.000 años, los neandertales, en lo que actualmente es Croacia, escogían qué cuevas habitar basándose en tres criterios: tenían que estar situadas en terrenos altos, desde la entrada de la cueva debían poder verse fácilmente los alrededores y tenía que haber una fuente de agua de fácil acceso.
Es significativo que los tres criterios están en consonancia con los principios básicos del feng shui, que ha evolucionado y se ha convertido en un arte más sofisticado junto con la especie humana. La supervivencia de estos seres primitivos dependía de lo bien que se adaptaran al medio, lo que demuestra que incluso nuestros ancestros más lejanos eran conscientes de los efectos de su ubicación en el entorno.
Créeme si te digo que el feng shui es tan relevante y beneficioso para la humanidad hoy en día como lo fue 28.000 años atrás.
Texto extraído del libro Feng Shui For Dummies